Una exposición fotográfica para visibilizar y ayudar a detectar situaciones normalizadas de violencia de género en el hogar.

Ilumina la realidad dando click sobre la fotografía.

Las fotografías están basadas en las historias cotidianas de 5 mujeres reales en Panamá que han sido víctimas de violencia de género en el hogar.

Si necesitas ayuda, tenemos
la solución para ti.

CRÉELE
A
prendemos que la violencia la ejercen hombres locos, inhumanos, psicópatas, lo que hace difícil que cuando nos encontramos con historias de violencia en nuestros entornos más cercanos se tienda a pensar que es una mentira de la víctima o que está exagerando. Normalmente se minimiza la situación o se desacredita a la víctima: “algo debió haber hecho”. Esto se observa en las noticias cuando se dice que “eran una buena pareja” “que él era un buen padre, un buen vecino o iba a la iglesia”. Los hombres que ejercen violencia no tienen un único perfil, son nuestros padres, hermanos, tíos, el maestro o el pastor; esto se hace mucho más evidente en los casos de violencia sexual; los hombres que ejercen violencia, pueden ser encantadores y sociables (los hombres tradicionalmente son socializados para lo público, para crear redes). El primer paso que tenemos que dar como sociedad es creer a la víctima y sospechar del agresor, cuando lo que sucede en la mayoría de las situaciones es lo contrario.

NO JUZGUES
La culpa nunca es de las víctimas, sino de la persona que ejerce la violencia. No existe justificación válida para violentar a una mujer, ni lo que lleva puesto, ni con quién se relacione, ni su nacionalidad ni cualquier otra situación de su vida.
Las mujeres que viven violencia pueden demorar años en denunciar, incluyendo en casos de violencia sexual que puede que nunca se denuncien. Esto se debe tener claro para no juzgar los procesos personales de cada una; los tiempos de las víctimas pueden ser diferentes a los que esperamos socialmente.

ACOMPÁÑALA
En muchas ocasiones las mujeres que experimentan violencias, no pueden detectarlas en el momento, especialmente aquellas que toman formas más sutiles, cotidianas como las que ocurren en el hogar.
Es importante que puedas brindarle información sobre sus derechos y lugares a los que pueden acudir para más información.

Si tú estás viviendo esta situación o
conoces a alguien, comparte con ella estos contactos